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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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25-07-2014

 

 

La lección de Alfredo Silva: ASÍ NO

 

SURda

Opinión

 

Fernando Moyano

 

“¡Qué los parió a los gringos, la gran siete! ¡Navegar tantos mares, venirse al cuete!”

Alfredo Zitarroza

 

P : En el 2003 se desarrolló un largo e importante conflicto con ocupación de los centros asistenciales... ¿Cuál ha sido la experiencia particular del conflicto del año pasado?

AS : En particular, la Federación ha venido denunciando en forma permanente cuales son todas las carencias, no solamente de sus funcionarios, sino de los pacientes, y lo que hemos hecho ha sido conjuntar en los ámbitos de discusión, en las asambleas de los trabajadores también a los pacientes. Nosotros hacemos asambleas abiertas, en cada uno de los lugares de trabajo, con los pacientes y los trabajadores. Informando cual es la realidad, cuales son las carencias que tenemos. Sin esta línea de trabajo no hubiésemos podido llevar adelante ese conflicto y llegar al resultado que llegamos, un conflicto y un resultado que... no quiero inflarme demasiado la camiseta...

P : Un conflicto que ha sido paradigmático, un punto de viraje en el resurgimiento del sindicalismo combativo y participativo. No te preocupes, eso lo decimos nosotros, no tú.

AS: Y la experiencia ha sido muy positiva”

Lo anterior es un fragmento de la entrevista que le hicimos a Alfredo Silva para el Nro. del boletín la lucha continúa que habíamos empezado a publicar en 2004. La titulamos La salud, enferma de capitalismo. La recomendamos especialmente por todos los valiosos elementos que aporta el entrevistado, tanto desde el punto de vista conceptual como sobre su experiencia directa en la militancia sindical de base entre los trabajadores de la salud.

Puede encontrarse aquí: http://www.elistas.net/lista/cmarxen2/archivo/indice/1/msg/2/

Desde ese entonces han pasado diez años. Al recapitular ahora, cuando Silva termina siendo procesado por el delito continuado de conjunción de interés público e interés privado , medios de prensa y círculos políticos de distinto tipo han repasado estos y arrimado aguas cada uno a su molino

Recuerdan lo que dijo Silva al momento de asumir como director de ASSE en representación de los trabajadores.   “ Vengo de abajo. No tengo un título universitario, fui auxiliar de servicio, sé lo que es lavar un piso, sé lo que es trabajar en una cocina, sé lo que es hacer enfermería, trabajar en una emergencia, atender un parto, trabajar con la locura”

A partir de Silva han habido varios casos de trabajadores no médicos en varios mandos medios de las instituciones públicas de salud (Diríamos "directores descalzos", parafraseando a los médicos descalzos de los chinos). Esto motivó el rechazo por parte de la derecha

Ciertamente, el corporativismo médico es conocido por su arrogancia, cerrado espíritu de cuerpo, y los casos de empresas paralelas que obtienen altos beneficios acaparando los recursos de alta tecnología médica.

Y hay veces que en los medios de los trabajadores no médicos de la salud, se produce un “espejo” que es al mismo tiempo la reacción contraria y la imitación “hermana menor” de ese corporativismo médico. No quiere esto decir que inevitablemente siempre se terminen reproduciendo los mismos vicios.

Pero TAMPOCO puede decirse que los trabajadores subalternos ni los sindicalistas ni los de sectores discriminados ni los militantes políticos o sociales de ideas avanzadas estén INDEMNES de este tipo de degeneraciones.

¿ Qué ha pasado? ¿ Cómo pudo pasar y por qué ? Y lo más importante, ¿es esto solamente un caso de corrupción personal , o es un fenómeno social? (social de un pequeño estamento, sin que por eso deje de ser tal).

Como no tenemos el propósito mezquino de hacer leña del árbol caído ni nos mueven intereses de tirar al niño con el agua sucia -como ya está ocurriendo- hemos comenzado por recuperar a Silva en el momento en que estaba realmente comprometido con la lucha de la clase trabajadora. Pero hoy debemos hablar con absoluta claridad

El comunicado de la Federación de Funcionarios de Salud Pública dice que esto “ES UNA CUESTIÓN DE CLASE” .

Estamos de acuerdo, pero ¿ qué cuestión de clase?

Hay una primer cosa que debemos decir sobre ese comunicado de la FFSP, y es hasta tonto tener que decirlo. LA LUCHA DE CLASES NO ES CUESTIÓN DE BANDOS QUÍMICAMENTE PUROS.

El origen plebeyo no es una vacuna contra la corrupción. El fin no justifica los medios

Alfredo Silva integró en su momento el “Espacio 1968”, una corriente del Frente Amplio estructurada en torno al Partido Socialista de los Trabajadores. Dicho partido forma parte de una corriente internacional de inspiración trotskista cuyo más importante teórico ha sido Ernest Mandel. Mandel fue un estudioso del fenómeno burocrático, con varias obras sobre el tema.

Tomaremos acá algo de su libro que es un poco la culminación de ese trabajo, “El poder y el dinero” , 1992, publicado en español por Siglo XXI. En la parte que dedica a la formación de las burocracias obreras bajo el capitalismo podemos encontrar una explicación exhaustiva y convincente del “fenómeno Silva”, que no es Silva, es el fenómeno de la diferenciación, dentro de los trabajadores, de una capa burocrática de intermediación de dicha clase con el sistema social que la explota, y su articulación con el régimen burgués

Esa capa de intermediación tiene muchas instancias, no es un fenómeno simple, no se forma en un acto, no está exenta de contradicciones internas, no es necesariamente “todo caca” ni es algo de lo que se pueda prescindir por completo en el funcionamiento obligado de la clase dentro del sistema. Tampoco es algo estático. Como en general lo son los estamentos intermedios e intermediarios, es MUY SENSIBLE a los vaivenes de la lucha de clases, los flujos y reflujos, las condiciones concretas de cada coyuntura. NO ES RARO que una buena semilla se pudra en un mal terreno. Pero para que eso ocurra, algo debe haber contribuido.

Primero debemos tomar un recaudo, aunque sea tema marginal en esta instancia concreta

Mandel es en este tema un continuador -y enriquecedor-, para bien y para mal, del pensamiento de Trotsky. No se puede, en este mundo de hoy, ocuparse en serio del tema de la burocracia sin pasar por Trotsky. Pero no todas las ideas de Trotsky han sido confirmadas por la realidad. Por eso queremos aclarar que no vamos a meter cualquier cosa en nuestra mochila

Consideramos insostenible la pretensión de Mandel de seguir dando por válida, aún después de la restauración del capitalismo en la URSS, la caracterización de “estado obrero deformado”, “sociedad de transición al socialismo”, “revolución política democrática”, negando la existencia de una clase dominante explotadora . Menos aun su intento de descartar las críticas muy certeras que le han hecho otros marxistas, que él llama “variante de teóricos que se proclaman marxistas”. Nos ahorraremos ese trabajo. Sugerimos a quien quiera que busque en Internet la polémica Sweezy-Mandel, una de las más ricas e importantes del marxismo del último tiempo, y no le quedará ninguna duda de quién tiene razón.

Tomar el aporte de Mandel sobre las burocracias obreras bajo el capitalismo no nos hace partícipes de su orientación política ni su teoría sobre el llamado socialismo histórico. Por otra parte las ideas que manejamos aquí no son “de Mandel”, él solamente sistematiza el enfoque de varios autores marxistas

El fenómeno del que hablamos es complejo, comprende a la burocracia sindical, estatal y paraestatal de organismos de gestión social y cooperativas, en todo el mundo obrero y aledaños. Un mundo que comprende también al “ arco iris ” de las organizaciones sociales, culturales, movimientos de minorías, etc.

Hay una diferenciación funcional inevitable entre los trabajadores bajo el capitalismo. El movimiento obrero no solo incluye los distintos componentes de esta diferenciación sino que se nutre de ellos, para poder ampliar su base, enriquecer su actividad en todos los terrenos de la acción social, apropiarse de la cultura, y aumentar su eficiencia organizativa

Pero esa diferenciación funcional es también social (diferentes realidades de remuneración, especialización, cultura, peso social relativo), e implica intereses parcialmente divergentes. La dinámica misma del sistema capitalista va “cerniendo” ese material en capas estratificadas, aparato, estructura piramidal, cúpulas. “El desarrollo de un aparato transfiere a las organizaciones obreras uno de los rasgos característicos de la sociedad clasista: la división social del trabajo” (Mandel).

Este es el fenómeno del sustitucionismo : una parte habla por el todo. “... existe el peligro de que las organizaciones sean también víctimas de ese proceso de división...”

La racionalización ideológica del sustitucionismo esgrime algunas ideas centrales que se dan por auto-evidentes, que todos podemos reconocer.

Es prioritario fortalecer las organizaciones (sindicales, políticas, etc.). Estas organizaciones respetan las reglas de juego institucionales de la sociedad. Son dualistas (se separa el aspecto reivindicativo o sindical del aspecto político o partidario). La organización requiere unidad y disciplina .

Eso es el fetichismo de la organización, considerar a la organización como un fin en sí mismo, aunque se lo exprese con subterfugios como “preservar la herramienta”

La dialéctica de las conquistas parciales es aquí el fenómeno central, y Mandel lo explica muy bien. La lucha de los trabajadores bajo el capitalismo logra siempre conquistas, necesariamente parciales, diferenciadas e inestables, que deben ser defendidas de los ataques que buscan revertirlas, y en lo posible deben ser ampliadas y transformadas en estables. Esa lucha es imposible sin las organizaciones permanentes de la clase en todas sus instancias, incluyendo la política.

La actitud burocrática típica frente a este problema es sacrificar los objetivos finales en aras de preservar ALGO de lo obtenido . Porque ese “algo” es el alimento de la burocracia.

“Objetivos finales” no quiere decir aquí objetivos finalísimos, últimos, lejanos, utopías que se mencionan los días de fiesta. Quiere decir los objetivos programáticos concretos que fueron definidos expresa y claramente por los organismos de masas de los trabajadores que incluyen también todas esas instancias burocráticas. Desarrollados en forma de proyectos elaborados .

En el caso de los trabajadores de la salud, y la entrevista a Silva que hemos citado es un buen testimonio al respecto, entre muchos otros sin duda más importantes, ese objetivo programático es el SISTEMA INTEGRAL DE SALUD, público, estatal, universal y gratuito .

En vez de ello se implementa, por parte de los dos gobiernos frenteamplistas, el SISTEMA NACIONAL INTEGRADO DE SALUD, un híbrido que es en realidad un seguro médico mixto (estatal-privado) que incluye el subsidio indirecto por el Estado a instituciones privadas, con cargo a un impuesto sobre sueldos y jubilaciones de los trabajadores. Para la crítica a este sistema en todos sus aspectos, véase la entrevista a Alfredo Silva ya citada

En sucesivos congresos de la FFSP este sistema ha sido calificado de “transición a” el anterior objetivo programático, que es en realidad abandonado . Ciertamente, el SNIS ha tenido un proceso evolutivo de consolidación que implica mejoras parciales para la inclusión de algunos sectores de trabajadores postergados. Pero no hay NADA que apunte al anterior objetivo programático.

¿Cuál es la verdadera novedad en este proceso? Que, manteniendo la cadena de derivación de recursos que alimenta al sistema médico empresarial paralelo, ahora se incluye a imagen y semejanza, un pequeño parásito empresarial de servicios no médicos, utilizando la FORMA de cooperativas de trabajadores, que en realidad son casos de clientelismo y negocios paralelos de un pequeño grupo de burócratas sindicales.

Aquí podemos ver la forma concreta en que esto se produce

Como es bien sabido, el movimiento sindical tiene como bandera ELIMINAR la tercerización de servicios , especialmente en la administración del Estado. Para algunos sectores de trabajadores implica una forma de súper-explotación y abuso, precarización del trabajo, y como contrapartida es el negocio oportunista de empresarios carroñeros que se basa en la connivencia y complicidad con mandos medios corruptos de la administración pública

La tercerización, por ejemplo, del servicio de limpieza en los hospitales , no tiene NINGÚN justificativo, ni desde el punto de vista técnico, ni comercial, ni jurídico. El movimiento sindical ha defendido siempre la PRESUPUESTACIÓN de los trabajadores tercerizados

Este caso de “dialéctica de las conquistas parciales” merecería  un capítulo aparte en el análisis sociológico de la degeneración del movimiento sindical . No se trata en realidad de una “conquista” sino de todo lo contrario, el “reciclaje” oportunista de una derrota aceptada para hacer de ella una  ¡”defensa del trabajo”! y utilizarla para el clientelismo sindical creando desde arriba una “base a medida” de un grupo de dirección.

¡El grado de degradación ideológica es tan patético que esto se defiende abiertamente por parte de dirigentes sindicales de TODAS las corrientes, sin tener conciencia de lo que están diciendo!

REPRESENTANTE DE LOS TRABAJADORES   no significa tener un pase libre para los abusos. Lo que la FFSP llama con el eufemismo “vehemencia y carácter” de Silva es en realidad prepotencia, autoritarismo, despotismo de pequeño burócrata.

No por conseguir trabajo para desempleados hay que bajarse de lo que sostenemos de que no haya tercerizaciones , no por la oportunidad de ocupar un sillón en la gestión del sistema de salud “integrado” hay que olvidarse de que defendemos el sistema estatal universal y gratuito y no otra cosa , si la institución contrata malas empresas es cuestión de asegurar reglas limpias y no de conseguir contratos sucios para empresas “buenas”, y por supuesto que no se trata de meter la pesada para que cobren en fecha los amigos, sino asegurar el derecho de todos a cobrar regularmente su salario.

Y si no es eso, ¿para qué te sentaste en ese sillón?

Por cierto, divulgadas las cifras y alcances de esta operación, puede verse que son “moneditas” comparadas con el verdadero negocio médico privado.

Eso es, tal vez, lo más indignante.

Lo barato y sencillo que le ha resultado al sistema burgués corromper, denigrar y desprestigiar la participación de los trabajadores. Lo TORPE, ESTRECHO e IMPROVISADO del caso

¡Ni siquiera saben meter la mano, ni tampoco esconderla! ¡Enchastraron a todo el movimiento sindical por dos o tres palitos miserables!

Estas conquistas terminan siendo victorias pírricas

Veamos un ejemplo muy generalizado en el actual movimiento sindical: l as licencias gremiales

Teóricamente  puede pensarse que asegurar el derecho de un trabajador a su actividad sindical es un avance en el proceso de emancipación de la clase trabajadora. Y podría ser eso.

Pero cualquier conquista ocurre en el mundo real y no en abstracto. Y en la realidad que vivimos eso se combina con la ausencia total de rotación de las funciones gremiales, el abuso personal, el amiguismo entre cúpulas, y así una pequeña diferenciación interna de los trabajadores se empieza a transformar en una capa de burocracia sindical privilegiada, estable y financiada por el estado y la patronal. Y esto de rebote alimenta el desprestigio de la organización sindical entre los trabajadores, que ven el abuso de esos privilegios.

La burguesía ha logrado transformar esa concesión a los trabajadores en una cuña estratégica . ¿Cómo lo logra? Usando la corrupción personal y el arribismo que está alimentado por toda la sociedad burguesa.

El caso de Silva y su grupo es simplemente un ejemplo más visible de este fenómeno.

Tan transparente es, que puede verse en las formas concretas de sobrefacturación. Una de ellas fue hacer pasar la remuneración de los administrativos de la empresa privada contratada (los “capitalistas de hecho”, o sea los gestores de la fuerza de trabajo) como horas de servicio directo, falseando el registro con la complicidad (al menos tácita) de los mandos del hospital. Lo maravilloso de esto es que es una “actuación” de la “teoría del trabajo burocrático”, o sea, la justificación ideológica que sostiene que las capas parasitarias son necesarias, y sus privilegios también.

La otra es más vil todavía, fue hacer pasar como horas de trabajo directo las de unos “cursos de capacitación” totalmente truchos, usando así como excusa el “subdesarrollo cultural” de la clase trabajadora que es una de las causas de su condición subalterna.

Vamos a detenernos ahora en las coimas recibidas por un dirigente sindical, y el “nosotros no sabíamos nada” de la FFSP (en cuya sede se entregaban los “sobres” ) y del PIT-CNT, mientras que en Torre Ejecutiva es “algo oímos pero no teníamos pruebas”

Cuanto más cerca se está menos se oye, y cuantos más recursos se tiene menos posibilidades de investigación, parece. Complementado esto con las desfachatadas declaraciones de Tabaré y Mónica Xavier, que le echan la culpa a las limitaciones de la ley sobre las investigadoras parlamentarias aprobada cuando eran oposición, que no modificaron siendo gobierno con mayoría absoluta.

Es el caso de un dirigente sindical procesado por cohecho, demostrado, y además confesado. Y no solo recibía coimas, ofrecía la “paz sindical” como moneda de cambio.

Mariano Arana y María Julia Muñoz nunca supieron nada de las maniobras de Bengoa, Jorge Lorenzo y Fernando Calloia nunca tuvieron nada que ver con la estafa de Campiani. En esos casos, como en este de ahora, no se habrían beneficiado ni serían cómplices.

Y resulta entonces los dirigentes superiores no son culpables de nada porque nada sabían y después de todo SER TARADO NO ES DELITO

Desde el punto de vista PENAL, se presume la inocencia mientras no se demuestre lo contrario, y nadie tiene que cargar con el peso de la prueba para demostrar que es inocente.

Pero desde el punto de vista POLÍTICO y ADMINISTRATIVO, el que ocupa un cargo de dirección superior ES RESPONSABLE de cualquier irregularidad en su área. Eso es del ABC. Está OBLIGADO a saber qué es lo que pasa. Si se la pasan por debajo de la nariz es responsable, ya sea si es cómplice o si es tarado, y por supuesto, esa responsabilidad se presume de por sí, y es a él que corresponde el peso de la prueba si pretende que no tuvo nada que ver. Si se hace el inocente sin demostrar que lo es nadie le va a creer, con toda razón.

Y el gobernante ES RESPONSABLE. Si no existen elementos de control adecuados, es responsable de no crearlos. Más si tuvo diez años para hacerlo.

No es creíble que nadie supiese nada de los ilícitos cometidos ; no es creíble que nadie oyese nada, ni un rumor, en el PIT-CNT o en la FFSP. Conociendo el paño, simplemente no es creíble. Y si en Torre Ejecutiva “algo oyeron”, ¿quién les fue a decir?

Dejemos todo esto de lado y vayamos a cosas que importan mucho más.

El tema de la “participación de los trabajadores” en los organismos del Estado no nació ahora, es algo con toda una historia de discusión, y muy importante.

En la tradición de la teoría socialista una cosa es el CONTROL (llamado generalmente “control obrero”) y otra es la GESTIÓN por parte de los trabajadores de empresas o instituciones. A su vez no es lo mismo la gestión PROPIA que la CO-PARTICIPACIÓN de los trabajadores en empresas o instituciones que siguen estando en manos de los patrones o el Estado capitalista, y tampoco son la misma cosa esas dos situaciones.

No es nuestra intención para nada entrar en discusiones doctrinarias, menos aun cuando podemos sacar conclusiones claras a partir de la experiencia concreta. La realidad no de adecua las posiciones previstas por la biblioteca, y todos los temas hay que resolverlos en la realidad.

El CONTROL de los trabajadores sobre la gestión de empresas o instituciones del Estado no involucra la RESPONSABILIDAD SOBRE LA GESTIÓN. Eso es algo que sabe cualquiera que se haya acercado siquiera a un club de barrio, donde la “comisión directiva” y la “comisión fiscal” son cosas separadas al menos en el papel.

El control supone el acceso irrestricto de los trabajadores a la información. La participación en la gestión, cuando la conducción última la tiene la clase dominante (directa o indirectamente) quiere decir involucrarse en decisiones que no pueden escapar a la lógica capitalista , lo que ha fundamentado posiciones en contra de esta estrategia. Una vez más, no podemos rechazar todas las situaciones de este tipo que se presenten por una posición doctrinaria. Tampoco tenemos esa pretensión.

En este caso concreto, el desprestigio acarreado ahora motiva una ofensiva contra los trabajadores. Lo más absurdo es que hay políticos burgueses que ahora dicen ¡que los trabajadores deberían limitarse al control de los servicios de salud pero no participar en su gestión!!!!

Para repetir al pie de la letra a Trotsky solamente le faltaría agregar que esa participación en la gestión se apoya en la colaboración de clases y la subordinación de la burocracia del trabajo al capital”

( https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1930s/08_31.htm )

Y en su variante menos agresiva, esta ofensiva sostiene que la participación de los trabajadores en la dirección de ASSE está bien y debe mantenerse, pero el “representante” no puede “estar en ambos lados del mostrador” (o sea debe dejar de ser un verdadero representante y pasar por completo al otro lado del mostrador) o incluso debe ser un jubilado (alguien que ya no tiene contacto con el movimiento sindical, ampliar la brecha entre los trabajadores y su “representante”)

Lo más disparatado en este caso es que la zanahoria de tener lo máximo (la gestión) terminó sirviendo para perder lo mínimo (el control), porque el movimiento sindical no solo perdió totalmente el control sobre su “representante” y todo su equipo, sino que ahora vienen a justificar el ocultamiento de los hechos, los abusos de poder. Y de los delitos se hacen los desentendidos

Ni un ápice de autocrítica. “Lo hice para salvar las fuentes de trabajo de los compañeros” , dice Silva, y la dirección FFSP lo avala y dicen que “no tenían conocimiento ni sospechas de estas maniobras ni nada que ver con estos hechos”. Ahora vienen con la idea de crear en el futuro una “comisión de control”. ¿Y ellos que son?

Ahora podemos contestar la pregunta que hicimos. ¿Cómo pudo ocurrir esto?

a.    El desgaste de la masa trabajadora en luchas prolongadas y difíciles facilitó que los avances parciales quedasen a cargo de una pequeña minoría de “importantes”, y luego el desarrollo del arribismo y la burocratización. La dirección de la FFSP se prendió de esa oportunidad reprimiendo los intentos de conflictos que escapasen a su control como el caso del H. Saint Bois o los trabajadores de Urgencias cuyo paro calificaron de “asesinato”

b.    En el contexto del movimiento sindical, esto simplemente se dejó correr. Ya se han conocido otros casos de corrupción, y nadie quiso destapar el tarro para “no hacerle el juego al enemigo”

c.    Por último, lo que pasó a nivel político no encierra mucho misterio. Los vieron, evaluaron su grado de estupidez, y los dejaron embarrarse esperando el momento propicio para romperles el cuello. Cuando el daño a la clase trabajadora fuese el mayor posible

Para dejar atrás este tipo de situaciones es necesario comenzar con una profunda discusión abierta y sin limitaciones. Pero eso no va a ocurrir, se está haciendo exactamente lo contrario, negarse a discutir, justificar los errores, los abusos, e incluso los delitos.

Y después de todo ¿no es eso lo que hacen siempre del otro lado del mostrador?

Cantaba el otro Alfredo:

“¡Qué los parió a los gringos, la gran siete! ¡Navegar tantos mares, venirse al cuete!”

Lo mismo aquí, tantos mares al cuete



 
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